Exigencias ambientales y acceso a los mercados: prevenir el “proteccionismo verde”

Exigencias ambientales y acceso a los mercados: prevenir el “proteccionismo verde”

Las exigencias ambientales pueden obstaculizar el comercio y utilizarse incluso como subterfugio proteccionista. La respuesta no consiste en reducir el nivel de las normas ambientales, sino en establecer normas adecuadas y hacer posible su cumplimiento por los exportadores.

El Comité de Comercio y Medio Ambiente presta atención especial a este tema y a sus efectos en los países en desarrollo.

El efecto de las medidas ambientales en el acceso a los mercados, especialmente en lo relativo a los países en desarrollo, en particular los menos adelantados, es uno de los puntos (el punto 6) del programa de trabajo del Comité, establecido en la Decisión Ministerial sobre Comercio y Medio Ambiente de 1994.

En 2001, la Declaración Ministerial de Doha encomendó al Comité que prestase particular atención a este tema. (Véase el párrafo 32 i).)

La clave

El efecto de las medidas ambientales en el acceso a los mercados es particularmente importante para la labor del Comité de Comercio y Medio Ambiente, ya que encierra la clave para asegurar la interacción de unas políticas comerciales y ambientales adecuadas.

Los gobiernos Miembros de la OMC consideran que la protección del medio ambiente y la salud son objetivos legítimos de política.

Pero también reconocen que las medidas adoptadas para alcanzar esos objetivos pueden obstaculizar las exportaciones. Y están de acuerdo en que el desarrollo sostenible depende de la mejora del acceso a los mercados para los productos de los países en desarrollo.

Las normas, los objetivos y las prioridades ambientales deberían reflejar el contexto ambiental y de desarrollo al que se aplican, según se afirma en el principio 11 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.

En otras palabras, las normas ambientales aplicadas por algunos países podrían ser inadecuadas, y causar un costo económico y social injustificado a otros países, en particular a los países en desarrollo, al obstaculizar las exportaciones. Las pequeñas y medianas empresas son especialmente vulnerables.

La respuesta no consiste en reducir el nivel de las normas ambientales, sino en hacer posible su cumplimiento por los exportadores. Los Acuerdos de la OMC tienen alcance suficiente para asegurar que las medidas ambientales no restrinjan indebidamente las exportaciones. Entre los ejemplos cabe citar el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, que trata sobre la seguridad alimentaria y la sanidad animal y vegetal, y el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio, relativo a las normas y al etiquetado aplicables a los productos.

Alcanzar un equilibrio

Por consiguiente, es necesario alcanzar un equilibrio entre la salvaguardia del acceso a los mercados y la protección del medio ambiente. Los gobiernos Miembros de la OMC están de acuerdo en que tienen que examinar de qué forma pueden formularse las medidas ambientales para que:

  • Sean compatibles con las normas de la OMC,
  • Tenga en cuenta la capacidad de los países en desarrollo, y
  • Cumplan los objetivos legítimos del país importador.

Los gobiernos Miembros reconocen que es esencial que los países en desarrollo participen en la formulación y elaboración de las medidas ambientales, a fin de que esas medidas no obstaculicen innecesariamente el comercio.

También es importante ayudar a los países en desarrollo a participar en la elaboración de normas internacionales en una fase temprana.

Varios Miembros han sostenido que los debates sobre la mejora del acceso a los mercados deben prestar más atención a la identificación de oportunidades comerciales de forma tal que se promueva el crecimiento sostenible.

En el Comité

Las deliberaciones del Comité de Comercio y Medio Ambiente han puesto de relieve una serie de cuestiones: transparencia, notificación, alerta temprana, consulta, evaluación del impacto, consideración de las observaciones formuladas al preparar una medida, asistencia técnica y creación de capacidad para facilitar la aplicación de las prescripciones ambientales, y coordinación en los países exportadores.

Algunos Miembros han sugerido que la utilización de estudios de casos y resultados de los trabajos llevados a cabo en otros órganos de la OMC y otras organizaciones intergubernamentales podría facilitar las deliberaciones.

Esa sugerencia dio por resultado la publicación, en diciembre de 2006, de una Nota de la Secretaría, en la que se examinan dos estudios: la publicación “OECD Trade Policy Studies 2005” y la Revista de Comercio y Medio Ambiente, 2006, de la UNCTAD. En la Nota de la Secretaría se hace especial referencia a las tendencias recientes de las prescripciones ambientales, las dificultades de acceso a los mercados con que se enfrentan los exportadores de los países en desarrollo, las respuestas de los países en desarrollo a las prescripciones ambientales, y las maneras de abordar las dificultades de acceso a los mercados con que se enfrentan los países en desarrollo a nivel nacional y multilateral.

En la reunión del CCMA de mayo de 2007 tuvo lugar un debate centrado específicamente en el caso de la agricultura orgánica. Varios países en desarrollo (Uganda, Kenya, India, China y Egipto) expusieron sus experiencias nacionales y regionales en este sector, que reflejaban un rápido crecimiento de la demanda de productos orgánicos por los consumidores que podría proporcionar nuevas oportunidades de mercado a los agricultores, y en particular a los pequeños productores, de los países en desarrollo. Además de la generación de ingresos, la agricultura orgánica podría tener efectos positivos en la esfera social y en la conservación de los recursos naturales. Si bien destacaron la posible contribución de la producción orgánica a la creación de una situación de triple beneficio para el comercio, el medio ambiente y el desarrollo, se mostraron preocupados por las dificultades con que tropiezan los productores debido a la proliferación de los distintos reglamentos públicos y normas voluntarias privadas en el mercado, la falta de normas internacionales y el elevado costo de las múltiples prescripciones en materia de inspección, certificación y acreditación. Se subrayó la importancia de brindar la posibilidad de certificación colectiva por los pequeños agricultores, así como la de una solución multilateral en materia de armonización, equivalencia y reconocimiento mutuo. En ese sentido se hizo referencia a la labor pertinente del Grupo de Trabajo PNUMA/UNCTAD sobre creación de capacidad en materia de comercio, medio ambiente y desarrollo y del Grupo de Trabajo Internacional sobre Armonización y Equivalencia en la Agricultura Orgánica de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica, la FAO y la UNCTAD.

Cuestiones planteadas en otros dos Comités

En 2006, la Secretaría preparó un segundo documento (puesto a disposición de los Miembros con la signatura JOB(06)263), en el que se examina la labor desarrollada en el Comité de Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) y en el Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) en relación con la información sobre el medio ambiente notificada por los Miembros a la OMC y sobre las preocupaciones comerciales específicas que se han expuesto en los Comités. Ambos Comités constituyen un marco único para dar transparencia a las reglamentaciones relacionadas con el medio ambiente mediante la notificación y el debate de las posibles preocupaciones.

Alrededor del 10 por ciento de todas las reglamentaciones propuestas en el marco de los Acuerdos OTC y MSF que se notifican a la OMC señalan la protección del medio ambiente como objetivo, y abarcan una gran diversidad de sectores, entre ellos los de vehículos automóviles, equipo eléctrico, ordenación forestal, envasado, plantas y productos vegetales, viveros y productos de la madera.

Se notifican varios tipos de medidas: procedimientos para determinar si los productos cumplen las normas prescritas, requisitos de uso y empleo de un producto, prescripciones en materia de etiquetado, prescripciones en materia de cuarentena y desinfección, prescripciones fitosanitarias, análisis de riesgo de plagas para el medio ambiente natural local y, a veces, prohibiciones o restricciones.

El número de reglamentaciones propuestas en relación con el medio ambiente ha aumentado de forma ininterrumpida durante los últimos 10 años. Los objetivos ambientales mencionados con más frecuencia corresponden a las categorías de reducción de la contaminación del suelo y del agua, conservación de la energía, conservación vegetal y forestal, información al consumidor y protección de las plantas o del territorio contra plagas o enfermedades.

Aproximadamente el 20 por ciento de las preocupaciones comerciales específicas planteadas en el Comité de Obstáculos Técnicos al Comercio se refiere a medidas entre cuyos objetivos figura la protección del medio ambiente. Desde 1998 se han planteado unas 32 preocupaciones comerciales específicas relacionadas con el medio ambiente en el marco del Acuerdo OTC: 10 atañen al control de sustancias peligrosas, productos químicos y metales pesados; un ejemplo es el Reglamento REACH (relativo al registro, la evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias y preparados químicos) de las CE; 10 atañen a los automóviles y el control de la contaminación atmosférica; 5 a la eficiencia energética de equipos y aparatos eléctricos; 5 a la gestión de los recursos, los desechos, la reutilización y el reciclaje de automóviles, productos eléctricos y electrónicos; otras a los productos de madera, pesqueros y derivados de las focas. Algunas de ellas se refieren a la aplicación de AMUMA (CITES, Protocolo de Kyoto, Convenio de Estocolmo y Convenio de Rotterdam). Las medidas adoptadas incluyen desde prohibiciones y restricciones del uso hasta prescripciones en materia de etiquetado y certificación, así como prescripciones relativas a la información, el registro y las pruebas, el diseño y las propiedades de uso y empleo de los productos. Se comunicaron al CCMA las preocupaciones derivadas de estas exigencias ambientales, y se explicó la manera en que los Miembros aprovechaban el Comité OTC para debatir y buscar una solución a esas preocupaciones.

Entre las preocupaciones comerciales específicas planteadas en el Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias figuran las medidas de lucha contra las plagas que pueden causar daño al medio ambiente natural local, tales como el escarabajo de cuernos largos o el nematodo dorado.

Debates recientes en el Comité de Comercio y Medio Ambiente

En la reunión del Comité de Comercio y Medio Ambiente (CCMA) de mayo de 2007 tuvo lugar un debate centrado en la agricultura orgánica. Varios países en desarrollo (Uganda, Kenya, India, China y Egipto) expusieron sus experiencias nacionales y regionales en este sector, que reflejaban un rápido crecimiento de la demanda de productos orgánicos por los consumidores que podría proporcionar nuevas oportunidades de mercado a los agricultores, y en particular a los pequeños productores, de los países en desarrollo. Además de ser una fuente de ingresos, la agricultura orgánica podría tener efectos positivos en la esfera social y en la conservación de los recursos naturales. Si bien destacaron que la producción orgánica podría beneficiar tanto al comercio como al medio ambiente y al desarrollo, se mostraron preocupados por las dificultades con que tropiezan los productores debido a la proliferación de distintos reglamentos públicos y normas voluntarias privadas en el mercado, la falta de normas internacionales y el elevado costo de las múltiples prescripciones en materia de inspección, certificación y acreditación. Se subrayó la importancia de brindar la posibilidad de certificación colectiva por los pequeños agricultores, así como la de una solución multilateral en materia de armonización, equivalencia y reconocimiento mutuo. En ese sentido se hizo referencia a la labor pertinente del Grupo de Trabajo PNUMA/UNCTAD sobre creación de capacidad en materia de comercio, medio ambiente y desarrollo y del Grupo de Trabajo Internacional sobre Armonización y Equivalencia en la Agricultura Orgánica de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

En su reunión de noviembre de 2008, las organizaciones que tienen la condición de observador informaron al Comité sobre sus actividades recientes relativas a las prescripciones en materia de medio ambiente y acceso a los mercados en relación con productos agrícolas orgánicos, normas privadas y certificación de biocombustibles.

En relación con los productos agrícolas orgánicos, los representantes del Centro de Comercio Internacional (CCI), la UNCTAD y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) realizaron exposiciones en las que se abordaron los aspectos siguientes: producción e intercambios comerciales actuales de productos orgánicos; principales dificultades de los países en desarrollo para la exportación de productos orgánicos; algunas posibles soluciones e instrumentos relacionados con la equivalencia y la armonización de normas, las prescripciones aplicables a los organismos de certificación orgánica y las mejores prácticas de las que se pueden valer los gobiernos de los países en desarrollo para promover el sector de la agricultura orgánica.

En cuanto a las normas privadas, el representante de la UNCTAD informó al CCMA acerca de los estudios realizados recientemente por esa organización sobre las dificultades y oportunidades que entrañaban las normas privadas sobre inocuidad de los alimentos y medio ambiente para las exportaciones de frutas y legumbres frescas. Se señaló que, aunque era muy probable que la aplicación de las normas privadas condujera a la marginación de los pequeños agricultores, la adopción de políticas “proactivas” por el Gobierno podría contribuir a paliar esa situación.

En relación con la certificación de los biocombustibles, el representante de la UNCTAD presentó una reciente publicación titulada “Making Certification Work for Sustainable Development: The Case of Biofuels. Se señaló que la certificación de los biocombustibles podría ser un potente instrumento de mercado y un criterio en el que podrían basarse los gobiernos para conceder exenciones fiscales o cumplir los objetivos establecidos en materia de biocombustibles. Sin embargo, los productores de los países en desarrollo pueden tropezar con dificultades generales relacionadas con la certificación (por ejemplo, costos, realización de pruebas múltiples y reconocimiento de las certificaciones), o con dificultades específicas inherentes a la producción de biocombustibles (por ejemplo, seguridad alimentaria, agotamiento de los recursos hídricos, causas sociales y dificultades para cuantificar algunos de los criterios de sostenibilidad).

Tras la presentación, Australia y China expusieron sus experiencias nacionales en relación con las políticas y la producción de biocombustibles. Los Estados Unidos indicaron que era importante recordar que las políticas nacionales sobre los biocombustibles en vigor se hallan en una fase incipiente, y advirtieron del riesgo de extraer conclusiones apresuradas durante el debate sobre los aspectos jurídicos. Las CE admitieron la necesidad de promover la producción sostenible de biocombustibles y el riesgo de opacidad y fragmentación del mercado que plantea la proliferación de sistemas de certificación. Se destacó asimismo la importancia de lograr un equilibrio entre la imposición de criterios exhaustivos para la certificación de los biocombustibles y la viabilidad de su aplicación.

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